En 1996, Aurora se interesa por la formación que recibe su hija, Raquel Girón Viejo, en la Escuela Municipal de Gimnasia Rítmica de Pinto. En este mismo año, Ana Raquel Archilla, pone de manifiesto ante la dirección del Patronato Deportivo Municipal, lo complicado que le resulta atender con la eficiencia requerida a todas las alumnas, que habían multiplicado las inscripciones para la práctica de la gimnasia rítmica en la Escuela de Iniciación. Además, el nivel de las deportistas es desigual, algunas tienen habilidades y destreza para conseguir objetivos que aportarán buenos resultados deportivos en los niveles superiores, mientras que otras deportistas alcanzan solo el nivel suficiente para participar en competiciones locales, pudiendo todas ellas mejorar sus condiciones, y ese es el detonante, la razón y la causa de la creación del Club de Gimnasia Rítmica de Pinto.

La junta directiva fundacional del G.R.D. Pinto

La primera junta directiva del recién instaurado club, la encabeza el presidente, Carlos Díaz Pintado; siendo el secretario, Antonio Díaz Sánchez, y las vocales, Aurora Viejo Serrano y Encarnación Villanueva. La dirección técnica recae en Ana Raquel Archilla Mercado.

Generaba una enorme alegría ver como cada semana se apuntaban nuevas gimnastas al club de gimnasia, pero, aun así, Aurora y los demás directivos no estaban del todo satisfechos. No era cuestión solamente de falta de recursos económicos. Pedían una campaña que les animase a creer en el capital humano disponible, el crecimiento paulatino de la cantera de alumnas y el aumento de las horas de entrenamientos y la mejora de los medios materiales (instalaciones, tapiz, aros, cuerdas, mazas, etcétera). En definitiva, era necesario invertir para mejorar el nivel que les llevara a la perfección particular de la gimnasia rítmica, basado en las dificultades técnicas corporales y habilidades con los aparatos gimnásticos. Aurora a base de tesón y ejemplo convenció, en 1997, a las autoridades deportivas municipales para adquirir un tapiz de competición, de nivel medio de gimnasia rítmica abandonando el anticuado y desgastado material sobre el que entrenaban las gimnastas locales.

Invertir en equipamientos mejora el resultado

Las deportistas ganan en confianza a la hora de conseguir la belleza de los movimientos, el dominio sobre el aparato y la coordinación musical, sin miedo a caídas a destiempo de las pinteñas que anteriormente le generaba la moqueta de escasa calidad sobre la que entrenaban y competían. Poco a poco la gestión del club, predicando con el ejemplo en el ahorro de costes superfluos y la inversión en valor añadido, les da réditos, las más mayores ayudan a las más pequeñas y se genera un ambiente familiar. Cuesta muchas tormentas obtener la calma. Siempre que se obtienen excelentes resultados por parte de cualquier deportista, ensalzamos su cualidad técnica, sus maestrías con los aparatos…pero hay una parte importante en el éxito de estas deportistas, esas personas que muchas veces permanecen en el anonimato y que sin embargo han sido quienes han hecho posible que centenares de gimnastas practiquen esta modalidad deportiva, maximizando las estrategias para administrar el tiempo, redoblando esfuerzos y apurando al límite, para dirigir un club deportivo local, de exiguo presupuesto económico, que sobrevive temporada a temporada.

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