Capítulo 2.2. – Club Parroquial Santiago de Pinto (El almacén de los recuerdos)
De la Parroquia al campo de fútbol
En 1966, el sacerdote Don Luis de Lezama Barañano, constituye el Club Parroquial Santiago de Pinto. El 1 de mayo de 1966, con motivo de la festividad de San José Obrero, se jugó el primer partido, de carácter amistoso, del club Santiago. Los jóvenes jugadores de edades infantiles y juveniles se enfrentaron a un equipo de la vecina localidad de Valdemoro y se celebró en los terrenos que hoy se denomina Amelia del Castillo. El partido concluyó con la derrota local por 0-1. De este partido y de otros muchos se recuerda a los jugadores que vistieron durante un largo tiempo la camisola del Club Parroquial Santiago de Pinto, Atienza (portero), Julio Carreño, José Enrique Castro, Ángel Sánchez, Enrique Fabián, Juan José Cobo, Emilio de la Cal, Rogelio Bello, Mariano Herránz, Efrén Gómez, Rafael Sánchez, Luis Alberto Aranda, Manuel Castro, Antonio Dregorio, Honorio Hernández y Goyo.
Los primeros años jugaron siempre partidos no reglados (amistosos) contra equipos de las localidades cercanas, Valdemoro, Ciempozuelos y San Martín de la Vega y contra equipos pinteños, recordando a uno de ellos, conocido como ‘Los Águilas’.
Posteriormente, el club Santiago fue inscrito en el ‘Torneo Villa de Madrid’, como así lo demuestra las licencias de cada jugador inscrito en estas competiciones (ver fotos) Participaron durante dos temporadas con la denominación de Mateu Cromo al fusionarse con el equipo de la conocida empresa, afincada en Pinto.
Como apunte cabe recordar los buenos años del equipo local de Mateu Cromo que participó en las Ligas de Grupos de Empresas, en la extinta Federación Castellana de Madrid y en las competiciones locales del Patronato Deportivo Municipal.
La mayoría de los jugadores que habían iniciado el club Santiago se incorporan al club Atlético de Pinto, en la temporada 1970-1971, provocando con ello la disolución del club parroquial.
Los jugadores del club Atlético de Pinto, hubieron de trasladarse a San Martín de la Vega y Valdemoro para poder disputar sus encuentros dado que Pinto no disponía de campo oficial, hasta que en el año 1971, en el campo Amelia del Castillo, se colocan las vallas de separación entre jugadores y público, se edifican los vestuarios y se adecenta el terreno de juego. El primer partido, ya con estas reformas, se jugó contra el San Prudencio Club de Fútbol, de Talavera de la Reina.
El renacer del Club Parroquial Santiago de Pinto
Cuando el Patronato Deportivo Municipal erige las Ligas Municipales de carácter social, a los que fueron jugadores antaño del club Santiago, les entran ganas de volver a calzarse las botas de fútbol y deciden refundar el ‘Santiago’.
Las dos primeras Ligas Municipales de fútbol las ganó el club Santiago frente al combativo equipo del Full Moll C.F., segundo clasificado. La plantilla de jugadores de este ‘renovado’ equipo campeón fueron, entre otros, Manolo Castro, Pepe Gabarrón, Fernando Cobo, Felipe Ortiz, Santiago (portero), Antonio Ortiz, Paco Castro, Victoriano Lebrón “Pichi”, Luis Gutiérrez, José Ignacio Ortiz, Emilio de la Cal, Sánchez, Juanjo Cobo, Rafa Sánchez, y Alberto. También jugaron Ángel Bermúdez, siendo el entrenador y delegado, Antonio Hernández Martín ‘Antonio el Capitán’, al que sustituye Juan Sainero ‘Morago’ y a este le sucede, José Suazo.
Algunos rivales que participaron en estos torneos locales fueron los Vikingos, contra los que jugaron el primer partido oficial del campeonato municipal en el Amelia del Castillo un sábado a las cuatro de la tarde. Otros equipos que participaron en estas primeras temporadas de las competiciones municipales eran: Santos C. F., Kira C. F., U.D. Creus, C. F. Buenos Aires, Mesón Morris, C. F. Barrio de la Indiana, Mateu Cromo C. F., Full-Moll C. F., Chaplin C. F. Los vecinos recuerdan con nostalgia, los míticos enfrentamientos entre el Club Santiago y el Full-Moll, donde se congregaron cientos de personas en los campos del Municipal de Pinto (hoy, Amelia del Castillo) o de Mateu Cromo. Se enfrentaban dos tipos de maneras de jugar al fútbol en equipo, en las que se daban todo tipo de situaciones y en la que los resultados eran parejos. Eran también un reflejo de la sociedad pinteña de entonces, de rivalidad futbolera entre jóvenes roqueros con jóvenes de estética más clásica, como se les consideraba a algunos de aquellos que eran vástagos de clase alta. De 1980 a 1984, aproximadamente participaron en estas competiciones municipales, recordando con agrado el torneo de Navidad de 1980, que organizó el ‘eterno rival’ Full-Moll C.F. demostrando que se puede competir en un terreno de juego y respetarse dentro y fuera del espacio deportivo que genera tanta pasión, como es un campo de fútbol.