Club Santo Domingo de Silos, a imagen y semejanza de Tajuelo Inocente Tajuelo Díaz, nacido en Herencia (Ciudad Real), en 1938, se viene a vivir junto con su mujer Isabel Jerez, a Pinto, en 1972, y trabaja en la antigua fábrica de Marconi Española, ubicada,
Renacer de la cantera del Club Atlético de Pinto Otro gran apasionado del deporte que ha dedicado más de 35 años de su vida a impulsar la práctica deportiva ha sido Félix López, refundador y vocal responsable de las secciones inferiores del club Atlético de
Hipólito y Javier, amigos para siempre Un dúo cargado de amistad. Hipólito Díaz Talavera, nació en el pequeño pueblo de Caleras y Chozas, perteneciente a Talavera de la Reina (Toledo). Con 12 años asume que el pueblo se le queda pequeño y convence a sus
Al fútbol en «DKV» El equipo nacido en mayo de 1966, tras la desaparición del Rayo de Pinto, uno de los conjuntos míticos de la época; tomó la denominación de Santos Club de Fútbol. El que fuera fundador y uno de los jugadores de este
De la Parroquia al campo de fútbol En 1966, el sacerdote Don Luis de Lezama Barañano, constituye el Club Parroquial Santiago de Pinto. El 1 de mayo de 1966, con motivo de la festividad de San José Obrero, se jugó el primer partido, de carácter
Fútbol a ritmo de Rock&Roll En la primera temporada del campeonato de fútbol de las ligas municipales del Patronato Deportivo Municipal, irrumpieron equipos que generaban a su alrededor un gran número de aficionados que se acercaban a los campos de fútbol para ver los partidos
El Club Deportivo Ciudad de Pinto se fundó con el objetivo de establecer una enseñanza deportiva/futbolística de calidad, novedosa, de referencia en el municipio y en el ámbito regional, para niños y niñas de edades comprendidos entre los 4 y 18 años. Además de impulsar
Pedro Rus, el primer entrenador en ascender a 3ª división con el Club Atlético de Pinto Para participar en las competiciones municipales que organizó el recién creado Patronato Deportivo Municipal de Pinto, dos personas con el mismo entusiasmo, pasión y fuerte temperamento, que acabaron siendo
La huella dejada por Amelia del Castillo, no iba a caer en balde. Un grupo de mujeres jóvenes y el profesor de educación física del colegio Sagrada Familia de Burdeos